EL CRÁTER KOROLEV: UN TESORO HELADO EN MARTE
El cráter Korolev es uno de los paisajes más impresionantes de Marte, famoso por albergar una vasta capa de hielo.
Situado en el hemisferio norte del planeta, en la región conocida como Planum Boreum, cerca de la capa de hielo polar, este cráter tiene un diámetro de aproximadamente 82 kilómetros y una profundidad de alrededor de 2 kilómetros.
Lo que lo hace particularmente notable es que su cuenco está lleno de hielo de agua que se mantiene casi permanentemente debido a un fenómeno atmosférico que crea un efecto de «trampa de frío».
El cráter Korolev, como muchos cráteres en Marte y otros cuerpos del Sistema Solar, se formó por el impacto de un asteroide o cometa hace millones de años. Tras el impacto, el cráter quedó expuesto a las dinámicas climáticas de Marte, donde las temperaturas bajas y la atmósfera delgada permitieron la acumulación y conservación de hielo.
El hielo dentro del cráter tiene un grosor estimado de 1,8 kilómetros en su punto más profundo. Lo que lo mantiene en estado sólido es un fenómeno conocido como «trampa fría».
La estructura del cráter crea una especie de microclima en el que el aire frío, que es más denso, se asienta en el fondo del cráter. Este aire frío actúa como un escudo natural, protegiendo el hielo de derretirse o sublimarse (pasar de sólido a gas) incluso durante los meses más cálidos del verano marciano.
