CAPRI Y LA IMPRESIONANTE VÍA KRUPP
La isla de Capri, situada en el golfo de Nápoles, es uno de los destinos más fascinantes y exclusivos de Italia. Con su combinación de paisajes espectaculares, aguas cristalinas y una rica historia, Capri atrae a visitantes de todo el mundo. Entre sus muchas maravillas, la Via Krupp destaca como una de las rutas más impresionantes y emblemáticas de la isla.
La Via Krupp es un sendero serpenteante que conecta los Giardini di Augusto con la bahía de Marina Piccola, ofreciendo vistas impresionantes del mar Tirreno. Esta obra maestra fue encargada a principios del siglo XX por el empresario alemán Friedrich Alfred Krupp, un magnate de la industria del acero que pasaba largas temporadas en Capri. Su intención era crear un acceso directo desde su hotel hasta la costa para facilitar sus actividades de ocio, como la exploración marina. 
Diseñada por el ingeniero Emilio Mayer, la carretera se inauguró en 1902 y rápidamente se convirtió en un ícono de la isla. Sus curvas cerradas, construidas en la ladera del acantilado, son un testimonio del ingenio arquitectónico y la armonía entre la infraestructura y la naturaleza.
Uno de los mayores atractivos de la Via Krupp es la panorámica que ofrece. Desde lo alto, los visitantes pueden contemplar la bahía de Marina Piccola y los icónicos Faraglioni, formaciones rocosas que emergen del mar y son símbolo de Capri. El contraste entre la vegetación mediterránea, los acantilados de piedra caliza y el azul intenso del mar crea un paisaje inolvidable.
Debido a la erosión y al riesgo de desprendimientos de rocas, la Via Krupp ha estado cerrada al público en varias ocasiones. Actualmente, las autoridades trabajan en su restauración para garantizar la seguridad de los visitantes. Aun así, es posible admirarla desde los Giardini di Augusto, un jardín panorámico que ofrece una vista privilegiada de la serpenteante vía.
