RÍO SUCURI: UN TESORO NATURAL DE BRASIL 

El río Sucuri, ubicado en el municipio de Bonito, en el estado de Mato Grosso do Sul, Brasil, es considerado uno de los ríos con aguas más cristalinas del mundo. Este lugar paradisíaco es una de las principales atracciones ecoturísticas de la región, conocida por su extraordinaria biodiversidad y belleza natural. 

Este atractivo natural nace de una fuente de agua subterránea en medio de una rica vegetación de la región de Cerrado. Su nombre, que en portugués significa «serpiente», proviene de las sinuosas curvas que forman su recorrido de aproximadamente 1.800 metros. Las aguas del río son excepcionalmente claras gracias a un proceso natural de filtración por las formaciones calcáreas, que eliminan impurezas y sedimentos.

El río alberga una impresionante diversidad de flora y fauna. Entre su vegetación acuática destacan algas verdes y plantas sumergidas que adornan el fondo del río, creando un verdadero espectáculo visual. Los peces coloridos, como las piraputangas, los pacús y los dorados, nadan tranquilamente en sus aguas, conviviendo en un entorno prístino. Además, se pueden observar aves y mamíferos en las áreas boscosas que rodean el río.

Este destino es un ejemplo de turismo sostenible en Brasil. Las actividades turísticas están cuidadosamente reguladas para garantizar la preservación del ecosistema. Solo un número limitado de visitantes puede acceder al río cada día, y se exige que sigan normas estrictas, como no usar cremas solares o repelentes para proteger la calidad del agua.

Para visitar el río Sucuri, los viajeros deben realizar reservas anticipadas, ya que el acceso está restringido. La mejor época para disfrutar de esta maravilla es durante la estación seca, entre mayo y septiembre, cuando el clima es más estable y la transparencia del agua alcanza su máximo esplendor.