EL GATO “FANTASMA” DE LOS ANDES
El gato andino, también conocido como el «gato fantasma de los Andes» (Leopardus jacobita), es uno de los felinos más raros y esquivos del mundo, habita en los ambientes inhóspitos de las montañas de los Andes, desde el sur de Perú hasta el norte de Chile y Argentina. Con su apariencia majestuosa, adaptada a la vida en altitudes extremas, y su carácter sigiloso, este pequeño felino ha sido llamado «fantasma» debido a la dificultad para avistarlo y al misterio que lo rodea.
Esta especie mide entre 60 y 85 centímetros de largo, y su cola es bastante larga y tupida, lo que le ayuda a mantener el equilibrio en los terrenos rocosos y escarpados que habita. Su pelaje, denso y de color gris plateado con manchas oscuras, le proporciona un camuflaje perfecto en su entorno montañoso. Esto, sumado a su naturaleza solitaria y el hecho de que se desplaza principalmente en horas crepusculares y nocturnas, hace que sea extremadamente difícil de ver.
Este felino habita en altitudes que van desde los 3,000 hasta los 5,000 metros sobre el nivel del mar, en regiones áridas, montañosas y con escasa vegetación. Su dieta se compone principalmente de pequeños roedores, aves y lagartijas, siendo la vizcacha, un roedor andino, su presa favorita.
El gato andino está clasificado como en peligro según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Las principales amenazas que enfrenta incluyen la destrucción de su hábitat debido a la expansión agrícola y la minería en los Andes, la disminución de sus presas naturales y la caza ilegal.