LA PROFESIÓN DE SEMBRAR ARTE

“Como cualquier mujer y como mujer menonita he aprendido a enfrentar retos desde muy pequeña. Ser mujer menonita independiente significa para algunos un feminismo extremo, pero en sí, mi crecimiento personal y artístico se basa en respetar mis raíces y honrar los valores que me inculcaron. Mi impulso proviene también del respeto a la madre naturaleza y empatía con mi prójimo”.
-Verónica Enns

“Ser la primera alfarera menonita significa un enorme reto y orgullo”, aseveró Verónica, quien comenzó a forjar su carrera en Canadá tras estudiar Artes Generales con Especialidad en Cerámica en Kwantlen Polytechnic University.

Ser profesionista para los menonitas es un desafío de otro nivel; debido a sus normas
y a la generación de Verónica, el contar con independencia para estudiar era complica do. Trató de cursar Contabilidad en México y Canadá, pero confirmó que no era para ella. “El arte y la sensibilidad creativa siempre resaltaba donde estaba” recordó la artista.

Sus obras reflejan sus fortalezas: su pensamiento independiente, multiculturalidad y sensibilidad.

Enns destaca por hacer una simbiosis entre la esencia menonita y la cultura chihuahuense en piezas utilitarias y estéticas, algo totalmente nuevo en México y el mundo, lo que significa múltiples oportunidades. Como artesana no produce obras en serie, cada pieza es única. Como artista, emplea su dominio de varios idiomas -plautdiestch, alemán, español e inglés-, la conexión con diversas expresiones tangibles del lenguaje y sus habilidades como ceramista para generar esculturas conceptuales, permitiéndole trascender culturas, etnias y países.

“Sentí un enorme orgullo al dibujar y aplicar detalles encima de una pieza funcional para atraer la atención de mi comunidad, ya que si eres menonita conoces muy bien el lenguaje de las piezas funcionales”, expresó, y respecto a sus clientes señaló que los mexicanos “aprecian más lo hecho a mano y le da un gran valor a este oficio”.

Un nuevo arte
En Canadá, Verónica conoció el trabajo de Mata Ortiz. “Fue sorpresa y coraje al mismo tiempo”, indicó y explicó que la impresión fue porque viviendo ella tan cerca de Casas Gran des ignoraba la existencia de dicha cerámica. Sin embargo, con su experiencia inició una nueva alfarería en Chihuahua: la menonita y se comprometió en sembrar la educación artística en un entorno donde impera el trabajo y lo práctico.

Su propósito de atraer a los menonitas al arte es grande, ya que consideran que la alfarería es una profesión baja y físicamente difícil para una mujer, pese a ello, con su ejemplo y actividades, Verónica los motiva a mostrar la esencia de su cultura con medios artísticos.

Ha tenido proyectos creativos con jóvenes y “documentales de fotografía y video con señoras que ni siquiera hablan es pañol o inglés, pero se entusiasman de compartir sus jardines o trabajos manuales como muñecas, libros para colorear o casitas de madera”, aseveró Verónica y ya se observan los frutos de su labor: ahora hay niños de familias muy tradicionales que pintan y “se expresan de una manera muy noble”, mencionó Enns.

Así mismo, cada año coordina creativamente el Kürbisfest -Festival de la Calabaza-, realiza talleres de cerámica y murales en residencias menonitas, es miembro del Consejo de Cultura del Municipio de Cuauhtémoc desde hace 4 años e incluso fue coordinadora de Arte del Plattdeutsche Medien Konferenze, evento internacional de la comunidad menonita.

Este año, Verónica Enns ha sido reconocida por el Municipio de Cuauhtémoc Chihuahua como Cuauhtemense Destacada en el Marco del Día Internacional de la Mujer.

Las obras y acciones de Verónica Enns llegan a todo rincón, ya sea como piezas funcionales en un hogar menonita, mexicano o canadiense o como pieza de arte conceptual en exposiciones del otro lado del mundo.