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VERDADEROS PARAÍSOS MEXICANOS

Por: Eva Cruz 

Disfruta de una experiencia tanto relajante como emocionante en cinco destinos protegidos por el entorno natural y sus habitantes.

Hay regiones tan bellas que aún no han sido descubiertas por la mayoría de los turistas o no han recibido la difusión que merecen, pero eso ha ayudado a que conserven su magia y atractivos naturales casi intactos.

 

Tamasopo, San Luis Potosí

La huasteca potosina resguarda un centro ecoturístico con paisajes surreales. La primera atracción y la más popular es la Cascada El Aguacate, la segunda más alta de San Luis Potosí; cerca de ella se encuentran las comodidades para pasar una noche, hay cabañas, zona de camping, hamacas, un restaurante, entre otros servicios.

El segundo atractivo son las Cascadas de Tamasopo, tres cuerpos de agua con 20 metros de altura y que han formado pozas poco profundas donde se puede nadar. 

Un must en el lugar es El Puente de Dios, una maravilla natural formada por la corriente del río Tamasopo. Integra una profunda caverna, pozas y un puente natural de roca que las rodea, de ahí su nombre. Cuando el sol ilumina el área crea hermosos efectos con la vegetación y el reflejo en el agua cristalina.

 

Yelapa, Jalisco

Yelapa es un paraíso tropical descubierto por artistas y bohemios a finales de los años sesenta. Actores como Liz Taylor o Jack Nicholson lo visitaban para desconectarse de todo, debido a que no había electricidad, servicio que se puso hace poco.

Al lugar solo se puede llegar en embarcación, ya sea desde el Muelle de Los Muertos, del embarcadero Rosita o desde Boca de Tomatlán.

En su playa hay palapas y camastros para disfrutar de raicilla, una bebida alcohólica semejante al mezcal y alimentos cocinados con productos locales. También se ofrecen sesiones de yoga al amanecer, masajes holísticos, paseos en parachute y tirolesa.  

En el interior de la localidad hay cascadas con aguas extremadamente cristalinas, tanto que son reconocidas como un edén y en todo el pueblo de Yelapa se promueve el turismo eco friendly, a fin de que los europeos y norteamericanos que les visitan continúen experimentando de esta tranquila forma de vida al máximo.

 

Las Guacamayas, Chiapas

El centro ecoturístico se encuentra en la Reserva de la Biósfera Montes Azules, en la Selva Lacandona y es el hogar protegido de las guacamayas rojas, que se encuentran en peligro de extinción.

Aquí se pueden observar a estas aves exóticas, a monos aulladores, cocodrilos, iguanas, garzas, jaguares, nutrias y otras especies. Además, se puede caminar por la selva, pasear en lancha o visitar las comunidades indígenas. 

Como opción de alojamiento cuenta con un eco-hotel, cuyas habitaciones son cabañas con techos de palma, con los servicios necesarios para dar comodidad, entre ellas Wi-Fi y algunas ofrecen vista al río y hamacas para disfruta de la naturaleza.

 

Cañón de Guadalupe, Baja California 

Un oasis en el desierto. Ubicado en la Sierra Cucapah, Mexicali, el Cañón de Guadalupe ofrece manantiales, cascadas, arroyos y aguas termales rodea dos por palmeras y enormes rocas, donde se puede nadar y relajarse profunda mente después de hacer senderismo, ciclismo de montaña, escalar y rappel. 

Además, se puede acampar y observar espectaculares atardeceres y, claro, las estrellas como en ningún otro lugar. 

Para llegar, se debe de entrar en un vehículo 4×4 y con un guía especializado, ya que se recorre una parte del desierto.

 

Bacalar, Quintana Roo

Bacalar es un Pueblo Mágico fundado por los mayas. Su laguna presenta varias tonalidades de azul, por lo que es conocida como Laguna de siete colores. Para recorrerla se usan veleros a fin de evitar daños en el ecosistema, también se puede nadar, bucear y esnorquelear.

De acuerdo con los mayas, los colores se dieron porque los dioses usaron el lugar como paleta, donde revolvieron y conocieron los tonos con los que pintarían el mundo. Sin embargo, hay varios tipos de suelos y profundidades en la laguna, como cenotes, que con la luz dan diversas tonalidades. 

Si se desea ver desde lo alto este espectáculo natural, se puede visitar el Fuerte San Felipe, el sitio era para defenderse de los piratas y ahora un museo. 

Por otra parte, el Cenote Azul, el cenote más grande del planeta por sus 90 metros de profundidad, ofrece un escenario impresionan te, pero solo los buzos certificados pueden nadar en él y el Parque Ecoturístico Uchben Kah brinda recorridos a pie o en bicicleta de montaña por en medio de la selva, se puede acampar y visitar los manglares en kayak, incluso hay un tour nocturno para observar los cocodrilos cuando se acercan a la laguna.

México es tan vasto que podría decirse que es imposible conocer todos sus rincones, pero definitivamente estos, vale la pena visitar.

 

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