PICO DE ORIZABA, EL TECHO DE MÉXICO
Por: Alicia Hinojos
¿Qué se sentirá subir a lo más alto de México, al techo de nuestra nación? ¿Será emoción, alivio, miedo o dolor? Constantemente me pregunto ¿Por qué subimos montañas?, y aunque aún no tengo respuesta algo es seguro, hacer alta montaña es darte cuenta de que tu cuerpo y mente son capaces de grandes hazañas, la aventura esta ahí solo Hay que buscarla.
Te contaré cómo es un ascenso al Pico de Orizaba la cumbre más alta de nuestro país y la tercera de Norteamérica con 5,636 M.S.N.M., la expedición es un viaje de 2 días para el que cuál debes prepararte física y mentalmente varios meses antes; asensos en cerros para adaptar tu cuerpo al movimiento, ejercicios de fuerza como pesas en gimnasio y sobre todo cardio.
En el primer día nos acercaremos más a nuestra aventura conduciendo varias horas de Ciudad de México hasta el campamento base que se encuentra a las faldas de la montaña, estaremos a lado del refugio Piedra grande a 4260 M.S.N.M., desde aquí ya empieza el reto, ya que seguramente sentirás malestares; tal vez te duela la cabeza y actividades sencillas como caminar te agitaran más de lo habitual, pero es normal, estás experimentando un poco lo que llamamos “mal de altura”, para mitigarlo haremos una caminata de aclimatación con la intención de que tu cuerpo entienda las nuevas condiciones a las que se enfrenta, es importante que regules tu pulso, tu respiración y prepares tu mente para el verdadero desafío: la cumbre. 
El descanso inicia a las 7 pm, debes intentar dormir y descansar todo lo que puedas, la hora de ataque empieza a medianoche, es así porque las condiciones del glaciar son más estables, el objetivo es ver el amanecer en el glaciar y luego la cima, por lo que la mayoría del ascenso se hace a oscuras y aquí es donde te preguntas “¿Qué hago aquí? Hace frío, tengo sueño, me duele el cuerpo, no veo nada” recuerda que el primer reto es mental, en la montaña tienes que creértela, creer que puedes lograrlo, que estás preparado, no le des mucho espacio a los pensamientos negativos porque si las condiciones de la montaña lo permiten, podrás llegar a cumbre.
La subida es lenta y vas agitado, es dura y cansada, pero los guías te cuidan, llegas al Glaciar Jamapa y aunque tiemblas de frío y agotamiento, estás emocionado de pisar tu primer glaciar, emocionado de ver la cumbre, emocionado de ponerte crampones, ves el cielo estrellado y piensas, ¿Cómo es que un cuerpo tan diminuto es capaz de estar ahí, siendo testigo de uno de los paisajes más hermosos?, avanzas en un pendiente de 45° de inclinación y luego lo vez , el cielo se pone naranja, rojo, amarillo, como si hubiera fuego, el sol se asoma, te besa la cara y te sientes amado por todo lo que te rodea, agradecido con tu cuerpo, aún faltan un par de horas más y sabes que llegarás a cumbre, desde aquí ya saboreas el fruto de todo tu esfuerzo y una parte de ti no lo cree, quizá llores, está bien, abrazas a tu cordada y celebras de alegría, tu cuerpo está exhausto, pero lo has olvidado, tantos meses de preparación y visualización te trajeron a este punto.
La cumbre solo es la mitad del camino, es importante bajar con atención, la mayoría de los accidentes ocurren en el descenso, donde se baja la guardia, pero no tú, tú estarás alerta y volverás a casa con todas las personas que amas, volverás y no serás el mismo y hablaras de este día como si hubiera sido el más épico que has vivido y quizá sí, pero con suerte este será el inicio de una vida de montañas. Nota: Si te interesa subir una montaña es importante informarte bien con guías capacitados, es una situación de riesgo y no debe tomarse a la ligera, en Chihuahua te recomendamos unirte a Club Alpino de Chihuahua para tu próximo ascenso.
